ESMERALDA CASTILLO RINCÓN

¡TE SEGUIMOS BUSCANDO!

Esmeralda es una niña que despareció el día 19 de mayo de 2009 en Ciudad Juárez, Chihuahua a la edad de 14 años. A partir del primer día de la desaparición de Esmeralda, su padre José Luis Castillo y su madre Martha Rincón emprendieron acciones de búsqueda, pues habían recibido información de que Esmeralda podía estar siendo víctima de trata de personas.

Desde el momento que su padre denunció la desaparición Esmeralda, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, fue omisa en realizar acciones de búsqueda e investigación eficientes para dar con su paradero. Por ello, su familia comenzó a buscar a Esmeralda por sus propios medios. 

En el año 2010, el Grupo de Acción determinó asumir la representación legal de la familia Castillo a efecto de impulsar la búsqueda y acceso a la justicia de Esmeralda y su familia. 

En el año 2012, su familia, en la tarea permanente de buscar a su hija se trasladó al entonces Distrito Federal y realizó recorridos en la zona de la Merced y otros puntos donde se identifica que hay víctimas de trata.

Con motivo de esta búsqueda, 5 mujeres que trabajan en “casas de masaje” —sitios que había denunciado el señor Castillo como centros donde se ejercía la prostitución por menores de edad— denunciaron falsamente que el señor Castillo y su hijo les habían robado, situación que provocó que fueran injustamente privados de su libertad por casi un año, hasta que fueron absueltos de toda responsabilidad.  

Debido al activismo del señor Castillo y la señora Martha, han recibido constantes amenazas de muerte, por lo que el Grupo de Acción ha emprendido acciones legales para activar los mecanismos de protección previstos para defensores de derechos humanos y su custodia permanente a través de medidas cautelares. 

En el año de 2013, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua informó al Grupo de Acción que había encontrado unos fragmentos de tibia en el Arroyo del Navajo —desierto de Juárez—, y que estos correspondían a la menor Esmeralda Castillo Rincón, sin embargo, fue omisa en explicar las razones que sustentaban dicha afirmación. 

Ante el hecho de que la Fiscalía no encontró más restos de la menor, ni ofreció las pruebas que sustentan su hipótesis de que Esmeralda está muerta y obviando la posibilidad de que una persona puede vivir sin una tibia, el Grupo de Acción y la familia de Esmeralda seguimos exigiendo a la Fiscalía de Chihuahua el esclarecimiento de los hechos ocurridos y su búsqueda.